Monday, August 14, 2006

La calle del sofá-cama

Todos los día camino sobre la calle Fulton, por las mañanas desde la casa en el sur de Berkeley hasta mi trabajo en el centro o downtown, y por las tardes cuando salgo de la oficina y voy de regreso a la casa. Esta caminata es de aproximadamente dos kilómetros.

Como es costumbre en Berkeley (excepto en Downtown y la avenida Telegraph) casi nunca hay nadie en las calles. Recuerdo cuando recién llegué a vivir aqui, me extrañaba muchísimo que no hubiera gente en las calles, para mi este lugar parecía como una ciudad fantasma, excepto muy bien cuidada - al principio me sentía incómoda, pero en poco tiempo llegué a apreciar esta soledad: no hay chavos que jueguen futbol en las calles, no hay pelotazos a los cuales esquivar, no hay hombres molestándo a las chavas, en fin, todo es tranquilidad y uno puede caminar sin el menor problema - aunque ojo: hay otras áreas en Berkeley en donde es mejor no caminar ni solo ni acompañado.

Así que yo camino muy tranquila, sin problemas (si ha habido robos en esa zona, pero afortunadamente a mi no me ha tocado ninguno), a veces, uno que otro perro sin correa anda por ahí corriendo, pero normalmente su dueño anda cerca, otras veces los gatos me maullan para que les rasque la panza, a veces veo a uno que otro vecino y escucho pláticas y me voy enterando de chismes, la mayoría de las veces puedo admirar las flores de los jardines de las casas (a veces hay competencias entre vecinos para ver quien tiene el jardín más bonito), etc.

Siempre es interesante caminar por esta calle, la cual ya casi me la se de memoria. De vez en vez los vecinos sacan cosas que no quieren y las depositan en sus banquetas, cosas como libreros en buen estado o que con una manita de gato quedarian bien, alguna mesita de centro, libros, ropa en buen estado (tal vez un poco pasada de moda), lámparas, cargadores de celulares, y muchos etcéteras más. Yo veo día con día como esas cosas abandonadas van desapareciendo, otras tardan más hasta que el camión de la basura o alguien más por fin se las lleva.

Pero más o menos a partir de mayo noté algo que no había notado en el barrio donde vivía antes: ¡las banquetas de la calle de Fulton de repente se llenaron de sofá-camas en muy buen estado! ¿Y ahora? ¿Qué onda? ¿De donde salieron todos estos sillones? Si yo tuviera una camioneta y un diablito ya hubiera recogido por lo menos uno de esos sillones pues no estaban nada mal.

En casi toda la calle de Fulton había sillones, mas o menos uno en cada banqueta, pero ¡había una banqueta que incluso tenía tres sillones! Bueno, esto si es interesante.

A los pocos días me di cuenta que esto de los sillones es por los estudiantes. Esto no lo vemos en el DF, no se si pase cerca de CU, pero por lo menos la gran mayoría de los chilangos nunca vemos esto. Lo que pasa es que en mayo acaban las clases, muchos chavos se gradúan de la universidad y se regresan a sus lugares de orígen o se van a otra universidad a seguir con una maestría o doctorado y se llevan con ellos solo lo más indispensable como ropa, laptop, algunos libros, etc. pero todos dejan atrás sus muebles. Algunos chavos logran venderlos, pero otros con las prisas o como en esas fechas hay saturación de venta de muebles usados pues no tienen tiempo de buscar compradores y toman la opción más fácil que es simplemente sacar sus muebles en la banqueta de su edificio de departamentos, esperando que alguien algún día se los lleve (aquí no hay ropavejero que compre lo que no queremos y lo revenda por ahí).

A la fecha, después de tres meses de que comenzó este fenómeno nuevo para mí (Fulton es una calle cercana a la universidad y obviamente esta llena de chavos que estudian ahí, Milvia en cambio, que es la calle donde yo caminaba antes es una calle donde mayormente viven familias, y esto de sacar muebles a la calle si pasa, aunque no tan seguido) solo queda un sillón que nadie ha querido recoger. Es un sillón color neutro con rayas gruesas color lila claro, está en la esquina de Fulton y Channing. A veces lo encuentro con el respaldo hacia la calle, otras veces lo encuentro con el respaldo hacia los departamentos. A veces tiene cajas vacías de pizza, como si alguien se hubiera sentado a comer su pizza en el sillón y al terminar solo dejó la caja vacía, a veces tiene latas de refresco o de cerveza. Una vez desde lejos vi que había una bola de cobijas encima del sillón y cuando me acerqué descubrí que bajo la bola se veían pies de hombre ... mejor me alejé para no molestar al homeless (sin casa) que estaba plácidamente dormido, o ¿ sería que estaba enfermo o herido? Nunca lo sabré.

El domingo pasado durante un conocido programa de radio se discutió sobre este tema, sobre como otras ciudades de EUA con universidades y por lo tanto con estudiantes que dejan muebles manejan el problema. No se sabe cuando o si alguna vez se arreglará esta situación. Pero algo que me queda claro es el hecho de que los estudiantes de Berkeley tienen dinero y mucho, tanto que hasta echan a la calle sus muebles en buen estado. La universidad de Berkeley, a pesar de ser pública como la UNAM o el Poli, es exageradamente cara, una licenciatura por ejemplo cuesta alrededor de diez mil dólares. Estos precios exhorbitantes hacen que solo los estudiantes con vastos recursos económicos puedan estudiar ahí y como generalmente los chavos con dinero no aprecian lo que tienen pues se deshacen muy fácilmente de lo que les "estorba" cuando ya no lo necesitan.

Así es la vida en algunas de las calles de Berkeley.