Friday, December 08, 2006

Te Coatlaxupeh-Tonantzin

Duh!!! Como dirían los gringos. Pues si, me acaba de caer el veinte. Y es algo obvio, lo cual yo ya daba por hecho y tal vez por eso no lo había examinado con mas detalle.

Hace unos momentos durante la comida le platicaba a unas compañeras de trabajo que este domingo Jason y yo vamos a ir a la misión de San Juan Bautista a ver una pastorela o escenificación sobre las apariciones de la Vírgen de Guadalupe. Estas puestas en escena son llevadas a cabo por el El Teatro Campesino. El Teatro Campesino es un grupo de actores chicanos que dirige Luis Valdez, un muy imporante lider chicano.

Bueno, pues les contaba, entre otras cosas, que en verdad la Vírgen de Guadalupe es una diosa azteca, la madre tierra, Te Coatlaxopeuh-Tonantzin, pero como obvio, los españoles no pudieron pronunciar su nombre pues se les hizo fácil cambiarle su nombre a Guadalupe en vez de intentar pronunciarlo tal como era. Les comenté que si los católicos de ascendencia europea supieran esto, es decir, si supieran que la Vírgen de Guadalupe en realidad es una Diosa Náhuatl y que además millones de nosotros la veneramos, creo que a algunos esto no les iba a gustar. Y por dentro pensé: ándele, cómase eso; estos pensamientos obviamente dirigidos a los europeos, españoles de preferencia.

Lo que quiero decir es que nos "convirtieron" a sangre y fuego al catolicismo y hasta tuvieron el descaro y cinismo de usar a una de nuestras diosas para convencernos. Pero, ¿se dan cuenta que a pesar de todos los pesares, a pesar de que destruyeron nuestra cultura nosotros AUN seguimos venerando a una DIOSA AZTECA?

Claro, ahora ya no hacemos sacrificios humanos y una de las razones es porque el gobierno los hace por nosotros (leáse Acteal, Atenco, Tlatelolco, etc., por cierto, ¿qué coincidencia que los nombres de estos modernos sacrificios humanos están en náhuatl, no? ¿Porqué los sacrificios nunca se llaman "Iturriaga" o cosas por el estilo?). Aunque dicho sea de paso esos sacrificios modernos no son para Huitzilopochtli o alguna deidad de ese rango sino en cambio para las deidades modernas de muy bajo rango con nombres como Globalización, Libre Comercio, etc.

Y aunque las veneraciones no se lleven a cabo como se hacían hace más de quinientos años la verdad es que millones de mexicanos seguimos venerando, respetando, creyendo, pidiendo ayuda a Tonantzin. Mi mamá me enseñó a pedir y rezar a "Mamá Lupita", nunca a Chuchín, aunque claro, el respeto se le tiene (y más después de saber que el realmente fue como un guerrillero moderno, ¡pues oiga usted!). Pero a la que siempre nos acogemos es a Tonantzin. Y no puede ser de otra manera, ella es nuestra madre tierra, si no nos acogemos a ella, ¿a quién?

Ahora, también se venera a Huitzilopochtli, a Tlaloc y a otros dioses, y estas veneraciones se llevan a cabo por mexicanos que están muy cerca de sus raíces, como los danzantes aztecas, los orgullosos y valientes guardianes y partícipes de la cultura viva, los únicos que llevan a cabo rituales que son parecidos a los que celebraban nuestros ancestros. Ellos defienden a capa y espada nuestra historia, nuestra cultura, nuestras tradiciones y al hacerlo ellos víven en el amoroso regazo de Huitzilopochtli, de Quetzalcóatl y de muchos mas.

Pero la población en general (y aquí me incluyo yo), los que no hemos podido reconectarnos con nuestro pasado o con nuestras raíces, los que desgraciadamente tenemos un gran desconocimiento sobre dichos dioses, nosotros, aún descobijados como estamos de nuestra propia cultura, aún en nuestra triste ignorancia, nosotros tenemos a Tonantzin. A lo mejor sabemos poco o nada de los otros dioses, pero Mamá Lupita siempre está ahí para nosotros. Ella es la única. Ella es nuestra única conexión con nuestra verdadera cultura. Sin ella estaríamos perdidos. Claro, porque sin ella, sin una liga a la madre tierra, ¿qué sería de nosotros? Solo estaríamos flotando en el inmenso universo, sin rumbo.

Así es que para mi es motivo de mucha alegría el saber que de alguna u otra manera la mayoría de los mexicanos aún tenemos una conexión, que además es muy fuerte, con Te Coatlaxopeuh-Tonantzin, con nuestros orígenes.

Ojalá algún día también seamos orgullosos y valientes guardianes y partícipes de la cultura viva, como los danzantes aztecas.