Tuesday, September 05, 2006

Samuel el generoso señor de intendencia

El otro dia estaba leyendo en la cafeteria de Laney College, esperando a que Jason llegara por mi para ir a cenar. Como en todo típico viernes por la tarde, la maestra Linda Johnson se aprestaba a iniciar su clase de salsa en el segundo piso de la cafeteria, algunos alumnos compraban charritos o churritos de las maquinas expendedoras, el señor de intendencia estaba ya barriendo y limpiando el lugar, etc.

Mientras yo leía un artículo de Gloria Anzaldúa escuché que unas jovenes me preguntaron en un ingles con mucho acento latino algo asi como "do you have change?". Alcé la cabeza y vi que una de ellas tenía en su mano un billete de veinte dolares. No me dio tiempo de contestar, ni siquiera de preguntarles nada, cuando el señor de intendencia, que para esos momentos se encontraba cerca de mi mesa alzando la basura, se acercó, sacó unas monedas del bolsillo de su pantalón y les ofreció la monedas. En español les dijo "tomen estas monedas". Las jovenes un tanto sacadas de onda no entendieron y contestaron en un muy mal ingles algo asi como "but we want change of twenty and you only have about two dollars". El señor de intendencia les contestó en español "no, es que yo no quiero cambiarles el billete, yo les doy el dinero, tomenlo, les alcanza para sacar lo que necesitan de la máquina expendedora". Y las jovenes "Pero, ¿esta seguro? ¿nos quiere regalar el dinero? ¿pero como se lo vamos a pagar? No tenemos cambio". Entonces el señor de intendencia dijo "no se preocupen, tomen el dinero, no es mucho y yo se que les hace falta". Ellas solo acertaron a decir que son peruanas y el les contestó que el es de Jalisco.

Las jovenes se despidieron muy agradecidas. Yo escuché todo esto y cuando las jovenes se fueron me paré y le dije al señor de intendencia "oiga, ¡que buena onda!". Pero ¿porqué?. Me dijo el. "Pues por eso de regalarles el dinero!" le contesté. Entónces el me dijo, es que yo cuando ando trabajando aquí escucho a muchos jovenes que hablan español y que no tienen dinero ni para comprarse un twinkie, y pues yo luego tengo unos dos o tres dolares de cambio y a mí no me quita nada regalarles ese dinero.

Este generoso intendente dice que hay muchos mexicanos que trabajan en Laney College, y como yo le dije que soy del DF me dijo que hay varios chilangos buena onda por allá también.

Que buen ejemplo de solidaridad entre latinos. Los intendentes ganan muy poco y el simple hecho de regalar unos cuantos cuartos a chavos que no tienen dinero solo porque hablan español es un acto de apoyo muy loable.