Tristeza por lo que pudo ser pero no fue
Hace unas semanas pasé a comprar un licuado de frutas para antes de una de mis clases de danza y en ese lugar me encontré al papá de Jason. Este encuentro era algo que yo temía muchísimo. Dado que ellos viven en Berkeley, aunque en las colinas (o sea tienen mucha lana), yo pensé y temí durante todo este tiempo encontrarmelo sin querer.
Bueno, pues ya nos encontramos y el encuentro no fue tan feo como yo pensaba. Solo nos saludamos, el me dio un abrazo y hablamos de generalidades: que cómo estan, cómo está Jason, cómo te va en la edición del documental (tenía información atrasada sobre mí), etc.
El me dijo que dentro de unos meses se va a retirar finalmente, aunque va a trabajar por contrato uno o dos días a la semana, pero la mayor parte del tiempo se va a dedicar a pescar. También me dijo que Jessica y Nathan ya van a tener otro bebé. En general les va bien a todos ellos.
No me preguntó que cuando nos veíamos otra vez o algo así, aunque yo si tuve el impulso de decirle que estaría bien que nos vieramos para desayunar o algo por el estilo. Pero no le dije nada.
Nos despedimos y después cada quien por su camino.
Se me quedó un sabor a tristeza, un sabor a haber perdido algo que pudo haber sido pero nunca fue. Como cuando Carlos Aceituno murió. Carlos y yo pudimos haber sido super buenos amigos, pero nunca cruzamos mas que hola que tal. Y ahora nunca seremos amigos pues el murió inesperadamente en septiembre 27.
Claro, el papá de Jason está vivito y coleando, pero nosotros finalmente nos hemos dado cuenta que no hay mucho que nos una a el. Cuando intentamos o mejor dicho, cuando intenté acercarme a el, yo puse lo mejor de mi y llegué a quererlo. Pero despues me di cuenta que el no me conocía ni siquiera un poco. ¿Cómo va alguien a quererme si ni siquiera me conoce? ¿Si ni siquiera quiere conocerme? ¿Si ni siquiera hace un esfuerzo por conocerme? El solo me veía a través de estereotipos. Y cuando vio quien realmente era yo, no le gusté y me insultó.
Bueno, hace mucho tiempo que ya superé el enojo, la decepción, el desencanto causados por sus ofensas y posterior drama. Y después de eso solo viene el vacio. Vacio. Vacio. Asi siento yo al verlo. Y hay un poco de tristeza al saber que pudimos haber estado cerca ... pero no lo estuvimos y nunca lo vamos a estar.
Para Jason y para mí solo existimos precisamente Jason y yo. Jason y yo somos nuestra familia de este lado de la frontera. Estamos completamente solos y lo sabemos. Pero al mismo tiempo estamos uno con el otro y eso nos da fuerzas. No tenemos a nadie mas de este lado de la frontera.