Todos reunidos al mediodía de hoy en Becketts (http://www.beckettsirishpub.com/home.html) un pub o bar irlandés en Berkeley. Algunos tomaban Guinness la cerveza irlandesa por excelencia, otros un rico tequilita, y como yo estaba ahí de colada solo tomaba agua de mi botella, pues además no iba a gastar cinco o seis dólares en una cerveza, aparte de que tenía que regresar a la oficina.
Seríamos unos treinta o cuarenta personas en el bar, la mayoría güeros (entre irlandeses, gringos, etc.), uno que otro afro-estadunidense, y solo vi -aparte de mí- a otros dos mexicanos. Los reconocí porque traían la camiseta del equipo verde y blanco. Todos mirábamos atentos el partido de futbol, todos queríamos un gol. Escuché que varios güeros decían "nosotros, obviamente le vamos a México" y también escuché que otros decían "necesitan un gol, ¡pero ya!". Después ví que un güero que es maestro en Oakland entró y le dijo a los dos chavos mexicanos "desde la calle ví que ustedes movían la cabeza como desconsolados, y pensé han de estar en problemas, así que decidí entrar a darles mi apoyo moral".
En general se sentía el apoyo hacia el equipo mexicano. Pero cuando el comentarista del canal de cable ESPN, el cual transmitía el partido, dijo que los fans mexicanos son muy conocidos por apoyar a su equipo pero que también se sabe que cuando no están de acuerdo con los resultados los abandonan rápidamente se oyó un murmullo de desaprobación en el bar.
Sufrimos por un buen rato, bajo la mirada de Bono el de U2 y de otros ilustres personajes irlandeses (cuyas fotografías adornan las paredes del pub). Cuando acabó el primer tiempo tuve que salir de ahí y regresar a la oficina.
Cualquiera que haya sido el resultado del partido, la mezcla de tan diferentes nacionalidades en ese bar el mediodía de hoy fue muy interesante.